Un nuevo estudio de un equipo de investigadores de la Yale School of Medicine y Penn State College of Medicine y publicado en la revista Frontiers of Psychiatry, han encontrado una "asociación preocupante entre el momento de las vacunas y el inicio de ciertos trastornos cerebrales en un subconjunto de niños."

Breaking: Estudio de la Universidad de Yale muestra asociación entre vacunas y trastornos cerebrales

Por Erin Elizabeth

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Un nuevo estudio de un equipo de investigadores de la Yale School of Medicine y Penn State College of Medicine y publicado en la revista Frontiers of Psychiatry, han encontrado una

"asociación preocupante entre el momento de las vacunas y la aparición de ciertos trastornos cerebrales en un subconjunto De los niños ". Este nuevo estudio plantea importantes preguntas acerca de si la sobre-vacunación provoca daño inmunológico y neurológico-algo que los padres de niños autistas han estado diciendo durante años.

Del artículo:

"Analizando cinco años de datos privados de seguro de salud en niños de 6-15 años, estos científicos encontraron que los jóvenes vacunados en los tres a 12 meses anteriores eran significativamente más propensos a ser diagnosticados con ciertos trastornos neuropsiquiátricos que sus homólogos no vacunados.
Más de 95.000 niños en la base de datos que se analizaron tenían uno de los siete trastornos neuropsiquiátricos: anorexia nerviosa, trastorno de ansiedad, déficit de atención e hiperactividad (TDAH), trastorno bipolar, depresión mayor, trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) y trastorno tic.

Los niños con esos trastornos se compararon con niños sin trastornos neuropsiquiátricos, y niños que tenían heridas abiertas y huesos rotos. Sin embargo, los niños con huesos rotos y heridas abiertas no mostraron asociación significativa con las vacunas, ni los niños con depresión mayor, trastorno bipolar o TDAH.

Más del artículo:

"Sin embargo, los niños que habían sido vacunados eran 80 por ciento más propensos a ser diagnosticados con anorexia y 25 por ciento más probabilidades de ser diagnosticados con TOC que sus contrapartes no vacunados. Los niños vacunados también eran más propensos a ser diagnosticados con un trastorno de ansiedad y con tics en comparación con los controles ".

El equipo de investigación tuvo cuidado de elaborar su conclusión de modo que nadie hizo demasiado de los resultados, "Este análisis epidemiológico piloto implica que el inicio de algunos trastornos neuropsiquiátricos pueden estar relacionados temporalmente con vacunas previas en un subconjunto de individuos. Estos hallazgos justifican una investigación más profunda, pero no demuestran un papel causal de las infecciones o vacunaciones antecedentes en la pathotiología de estas condiciones ".

Si hay una cosa que sabemos, es la frase de los empujadores de la vacuna LOVE citar a nosotros: Correlación no significa causalidad.

SIN EMBARGO, si ciertas vacunas o una combinación de esas vacunas están provocando trastornos cerebrales, ya es tiempo pasado para tratar de averiguarlo.

Del artículo:

"Mientras que se están haciendo nuevos descubrimientos sobre el sistema inmune humano todo el tiempo, se entiende bien que el sistema inmune juega un papel en el desarrollo del cerebro y en ciertas condiciones psiquiátricas, incluyendo trastornos de atención, trastornos alimenticios, trastornos obsesivos y depresión.

También se entiende bien que la respuesta inmune del cuerpo implica inflamación, que es cuando el tejido se hincha en respuesta a la estimulación perjudicial. La estimulación perjudicial incluye las enfermedades infecciosas (es decir, las enfermedades mismas), las toxinas ambientales como el mercurio y los alérgenos como el polen o los ácaros del polvo (que en realidad son benignos, aunque un sistema inmunológico excesivamente estimado los percibe como amenazas).

Entendiendo que la vacunación en sí misma puede causar inflamación y que estudios científicos anteriores han demostrado que cuando una reacción inmune causa inflamación, puede afectar negativamente al cerebro, "es científicamente plausible y más que razonable investigar si la vacunación en sí misma, que provoca inflamación, puede También afectan negativamente al cerebro. "Bien dicho, Sr. Kennedy.

Necesitamos más estudio. De hecho, hemos estado pidiendo más estudios porque queremos que nuestros hijos estén seguros.